artigos.gif (4618 bytes) logjornal.gif (4234 bytes)

 

Diagnostico: base de la práctica odontológica

Roberto Beltrán* - Lima (Peru)

beltran.jpg (5851 bytes)

En general, la formación del CD, tanto o más que la del médico, se centra en el tratamiento. La obsesión por el tratamiento conduce a cometer uno de los mayores errores de la práctica odontológica, este es el de obviar los procedimientos diagnósticos correctos, tanto en amplitud como en profundidad.

La historia clínica casi no existe en la práctica general de la profesión, suele reducirse a una ficha donde se anotan hallazgos y propuestas de tratamiento. El interrogatorio del paciente se hace junto al sillón, que, ciertamente, no es el mejor lugar para realizar una anamnesis suficiente que ilustre al dentista y que deje en el paciente la impresión favorable de que se le está tratando como persona. Esta conducta inadecuada que se observa a menudo en la práctica privada, en la consulta pública llega a extremos de desinterés por quien en ese momento es un ser humano en necesidad. Allí el interrogatorio sobre el estado general del paciente es obviado con demasiada frecuencia

Si el interrogatorio es sumario el examen clínico no es mucho más detallado. De ordinario se reduce a contar las piezas con lesiones cariosas y a determinar las necesidades de operatoria dental y prótesis. Los tejidos blandos reciben escasa atención, apenas las encías son motivo de interés cuando presentan signos evidentes de enfermedad o son el motivo de la consulta.

Es así cómo la consulta odontológica carece de las condiciones que debe tener un verdadero servicio de salud. Las orientaciones que puede dar el CD a sus pacientes respecto de su salud general y bucal, basado en un buen diagnóstico, pueden hacer la diferencia entre una buena o una mala práctica profesional y entre la buena o mala impresión que reciba el paciente del dentista que lo atiende, peor aun si esta apreciación se extiende a la profesión en su conjunto.

Veamos cual podría ser una correcta actuación en esta etapa fundamental del trabajo del profesional de la salud.

Comencemos por afirmar que el reconocimiento del paciente debe ser los más completo que sea posible. El interrogatorio sobre antecedentes y estado de salud general puede hacerse en parte mediante un cuestionario escrito que el paciente responda mientras espera ser atendido. El odontólogo debe revisar las respuestas antes de hacer ingresar al paciente. Una vez en el escritorio, se completara el interrogatorio con aclaraciones al cuestionario y con preguntas adicionales que contribuyan al mejor conocimiento personal del paciente. De esta parte de la historia clínica debera surgir una primera impresión diagnóstica sobre la condición de salud general y bucal.

Ya en el sillón dental se realizará el examen sistemático de la región oro-cervico-facial. El orden y minuciosidad del examen debe ser especialmente cuidadoso cuando se trate de una primera consulta. Cuando el paciente es conocido y concurre al consultorio con regularidad es lógico que el proceso sea un tanto abreviado, pero no hasta el punto de obviar pasos indispensables. Siempre se debe mantener la actitud y alerta propia de una primera consulta. No es raro que en pacientes conocidos por anhos se hagan diagnósticos apresurados guiados por una falsa conciencia de que en principio no debe haber mayor novedad. Esta conducta puede conducir a graves omisiones en perjuicio de personas que han confiado en nosotros el cuidado de su salud. Examinemos bien a nuestros pacientes y habremos obrado en beneficio del paciente y de nuestro propio prestigio profesional.

Dos son las fases del examen especializado que realiza el CD El examen extraoral que comienza por una apreciación general del paciente y concluye con la inspección y palpación minuciosa de la región oro-cervico facial. Especial atención merecen el examen palpatorio de la Articulación Temporomandibular en reposo y en movimiento y de la región submaxilar, submentoniana y cervical para el examen de los ganglios allí ubicados.

El examen intraoral debe seguir siempre el mismo orden para no omitir ninguna de las estructuras que lo integran. Preferimos hacerlo con dos espejos dentales, pero puede realizarse con dos paletas descartables. La inspección así ejecutada nos llevarí a reconocer cualquier signo de anormalidad, incluyendo la observación de la calidad y cantidad de saliva, el aspecto de la mucosa bucal con sus variantes de lugar; el examen de la lengua en reposo y en movimiento y la inspección de la orofaringe. Luego se realizará la palpación de cualquier parte que presente signos de alteración que lo requiera. Terminado el examen de la mucosa bucal se examinaran las encías, para terminar con el estudio de la oclusión dentaria, el examen detallado diente por diente y cara por cara y la exploración de los surcos gingivales.

Los hallazgos deberán registrarse en la historia y diagramas preferidos. Completado el interrogatorio y el examen clínico se determinará la conveniencia de ordenar exámenes auxiliares, como por ejemplo hemograma y radiografías. En una primera consulta conviene contar con una radiografia panorámica o con una serie radiográfica periapical completa. En consultas periódicas el examen se completará con radiografías de aleta de mordida para la detección de lesiones cariosas nuevas o recidivantes, especialmente cuando se han instalado puentes y coronas y controles periapicales en pacientes en los pacientes que han recibido tratamientos de canal. Cuando el caso lo indique el examen se complementará con la toma de impresiones para modelos de estudio.

A partir del trabajo que realice el odontólogo general puede surgir la necesidad de interconsultas con médicos o colegas dentistas especializados. La oportuna referencia y contra-referencia es un derecho del paciente y la adecuada presentación ante la sociedad de una profesion capaz de trabajar en colaboración para beneficio de las personas

No olvidemos que un buen diagnóstico garantiza un tratamiento exitoso y contribuye a construir el prestigio personal del odontólogo y social de la profesion.


* El prof. Roberto Beltrán Profesor Principal de la Facultad de Estomatologia de la Universidad Peruana Cayetano Heredia de la cual fue gestor, fundador y primer Decano. Consultor de OPS/OMS desde 1967. Ex Director de Programas de la Fundación Kellogg Asesor de la Presidencia de FOLOA ORAL. Docente de Odontología desde 1955. Autor del libro "EDUCACION EN ODONTOLOGIA - manual del profesor -" Coautor de "LA PRACTICA ESTOMATOLOGICA EN EL PERU - encuesta nacional -" Tiene en preparacion "APRENDIZAJE INTENSIVO A DEDICACION EXCLUSIVA" .

RIMEIRA PÁGINA

EDIÇÕES ANTERIORES

ARQUIVO DE LEGISLAÇÃO

FALE CONOSCO